Cuando me queda ya tan poco tiempo por este país, las fiestas de despedida empiezan a abarrotar mi agenda, y no me queda apenas tiempo para escribir en el blog. Como siempre suele pasar, hacer las maletas, aunque sea para volver a lo que parece mi segunda casa por ahora, no es siempre del todo agradable, cuanto mejor lo has pasado más cuesta decir adiós.
En este caso me esta siendo otra vez muy difícil meter todos los recuerdos acumulados en una maleta y simplemente decir adiós. Si ya es complicado visitar a amigos que he hecho en Europa, o dentro de España mismo, no quiero ni pensar lo difícil que va a ser volverme a encontrar con la mayoría de los que ahora voy a dejar aquí, el único consuelo es que trabajando en la misma empresa algún que otro viaje de negocios caerá, y así supongo que será posible ver a algunos de ellos.
Bueno dejándome de sentimentalismos, os pongo un par de fotos, de este viernes y este sábado donde tuve sendas fiestas de despedida, que acabaran un poquito tarde...luego al día siguiente encima uno se ha de poner a meter cosas en cajas, en fin es lo que hay:
ahora que pienso el lunes también tuve una especia de cena de despedida con mi profesor de shamisen...nunca subestiméis la apariencia frágil de un japonés, de lo contrario el "sake" os puede pasar factura al final de la noche.
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la siguiente despedida fue el viernes por parte del departamento que diseña las parte mecánica de los productos de mi empresa.

la cantidad de cerveza y sake que fluye en estos eventos es difícil de calcular, además como muestra de la cortesía japonesa, los homenajeados, en este caso yo, no pagan nada en este tipo de despedidas En la foto de abajo a mi derecha y a la derecha del todo mis 2 jefes, el resto son del otro departamento.

Teniendo en cuenta que la tienda erótica de Furukawa estaba cerca, algunos hicieron una escapada para regalarnos a los homenajeados, unos "cuantos" artículos guarrones para hacer "unas risas". Sí, insisto, sí que son un poco guarretes los japoneses

Prefiero no explicar que es lo que nos regalaron...
Para acabar de no dejarme hacer nada el fin de semana, el sábado tuve la despedida del equipo de fútbol, un partido a las 5 para despejar la resaca del día anterior

hice el partido de mi vida, supongo que por lo emocionado que estaba de que montarán todo esto solo para mi, porque el "extranjero" esta a punto de volverse a Europa.

Después del partido me lanzaron un par de veces al aire, aunque les costó lo suyo, no soy tan ligero como un japonés... :)

Después del partido nos dirigimos al restaurante, donde para variar tampoco pagué, y nos ofrecieron el típico menú con barra libre. Entre cerveza y cerveza un regalo de la camiseta de la selección japonesa, con mi nombre escrito en japonés, y unas dedicatorias escritas en japonés, que me va a costar siglos conseguir entender :)

prometo que me esforzaré para traducirlos!

durante la cena, muchas tonterías de esas tan divertididas en el momento, la verdad es que los japos son muy muy muy divertidos en este tipo de cenas.

otras veces parece que yo no sabía bien lo que pasaba a mi alrededor :)

después de el restaurante, unos pocos valientes pasamos al "lugar numero 2" como dicen en japonés, donde como no el karaoke hizo aparición

después de el "sitio número 2" unos pocos supervivientes que aun nos manteníamos en pie, nos dirigimos al "sitio número 3" a jugar unos futbolines, dardos, y "de paso" comernos unas tapitas más, y tomarnos algunos cockteles más...

no hubo sitio número 4, solo un recordatorio a la salida del bar, del repaso que nos metió a todos el japonés de mi izquierda, jugando a los dardos...

Prometo que habrá revancha, pero esta vez ya se nos habían acabado las pilas a todos.
Que divertidas y tristes a la vez son las despedidas.